Está de moda la idea de vincular la capacidad de las universidades y cnetros de investigación y desarrollo a las necedidades de las empresas. Diferentes instituciones la plantean y la ponen en práctica de diferentes maneras, casi siempre confiando en que la inicitiva de las universidades o instituciones es la decisiva. 

Puede ser conveniente intentar ver las cosas desde el otro lado. 

Las universidades y las instituciones de investigación aplican el término "vinculación" a actividades muy diversas: 

• Un especialista ampliamente reconocido en su campo que presta sus servicios como investigador puede estar también abierto a contratarlos con alguna empresa para atender a una demanda específica.
• Una empresa puede estar interesada en obtener servicios analíticos o incluso de certificación de un laboratorio universitario.
• Un instituto o una dependencia universitaria que desarrolló un dispositivo susceptible de comercializarse o de usarse en la industria puede estar interesado en transferir derechos de expoltación.
• Un profesor con relaciones en la industria puede estar interesado en estudiantes en programas cortos en empresas para abordar problemas que puedan resolver por sí mismos o con la colaboración del profesor o del grupo.
• Una empresa o un conjunto de empresas pueden estar interesadas en desarrollar programas de posgrado con un sesgo específico y dispuestas a respaldar con recursos a las instituciones interesadas.

Para analizar las diferencias conviene desarrollar criterios de comparación Si son diferentes, en qué difieren. 

A reserva de enriquecer la lista, es visible que las acciones de vinculación pueden tener contenidos diversos, que la iniciativa original pueda proceder de una o de otra parte, que los propósitos pueden ser diversos, dependiendo de los actores posiblemente interesados, que las formas de relación entre las dos partes varían de un caso a otro, que puede durar poco o mucho, que puede implicar o no una transacción económica, que los resultados pueden ser de interés para una sola persona, para una organización, para varias organizaciones o para toda la sociedad. 
 
La vinculación, pues, vista desde el lado de la oferta de capacidad, puede tener muchas variantes o valerse de muchas formas. 
 
Son más críticos, sin embargo, el propósito, la profundidad, la permanencia y la forma de relación, así como el criterio fundamental de utilidad social. 
 
 No hay duda de que la razón por la que muchas universidades quieren vincularse con otros grupos de la sociedad es la búsqueda de beneficios y que en el caso de las empresas que promueven la cooperación con instituciones de investigación y de educación superior lo hacen también por interés propio. 
 
 ¿Cuáles pueden ser los intereses de la empresa? 
 

•  Las empresas pueden buscar aprovechar el talento, las instalaciones, laorganización o hasta la imagen de las instituciones.
• Pueden poner en práctica su interés a través de la concertación (o contratación) de acciones específicas, de la realización de acciones o proyectos de interés recíproco, de la orientación o conducción de los programas o una parte de los programas de las instituciones, de la participación en el financiamiento, la planeación y la toma de decisiones de las mismas, de alianzas estratégicas transitorias o permanentes.

Parece, entonces, que para que haya vinculación exitosa se necesita que haya no sólo propósitos sino también intereses comunes. En otras palabras, para que sea efectiva, la vinculación debe dejar de ser una relación superficial o coyuntural; debe ser algo más que una relación cliente-proveedor. Debe ser verdadera cooperación.